miércoles, 15 de marzo de 2017

TRANSPORTE PÚBLICO Y SUS DEFICIENCIAS EN TLAXCALA


“Mala atención, unidades en mal estado, servicio de baja calidad y monopolios son algunas de las quejas de usuarios del transporte público del Estado”

TLX Noticias / Rodrigo Xicoténcatl 15 de Marzo de 2017/ Central Medios. En más de una ocasión los usuarios del Transporte Público en nuestro estado han sufrido de malos tratos por parte de operadores, de accidentes a causa de carreras para ganar el pasaje, simple pique o diversión entre operadores, las tarifas oficiales muchas veces son violentadas, de igual manera muchas unidades se encuentran en mal estado y continúan prestado servicios de manera irregular. 

En comparación con los estados vecinos como Puebla, Estado de México o la Ciudad de México las tarifas del transporte en Tlaxcala son superiores, derivado del alto número de concesionarios; para nadie es secreto que en el estado el transporte público se ha convertido en un fructífero negocio de unos cuantos, que de manera monopólica han acaparado los permisos y usos de placas de transporte, estos de manera irregular sub contratan a chóferes a quienes día a día cobran una cuenta por el uso de las unidades y las placas, sin ninguna garantía laboral. 

Cuentas que oscilan desde los $700 hasta los $2500 dependiendo de la ruta y el tipo de unidad, así como, los horarios o días; bajo tabuladores perfectamente definidos que quienes están detrás de un volante tienen que entregar a los concesionarios, mismos que cuentan con diversas unidades aumentando la demanda sobre la oferta, pues a mayor número de unidades mayor número de ingreso, pero se mantiene el mismo número de usuarios, lo cual muchas veces obliga a los operadores a literalmente pelear por el pasaje o aumentar sus horas de jornada para cubrir sus cuotas y así poder generar un ingreso.

En el caso particular del sur del Estado la tendencia de los últimos meses es polarizar los cristales de las unidades, evitando con esto saber si existen espacios disponibles en el interior de la unidad y prácticamente obligando al pasaje a viajar de pie, incrementando los riesgos en caso de accidente y la inseguridad pues se convierten en terreno fértil para la delincuencia. No existe ningún tipo de regulación en cuanto a los tiempos de recorrido, en días u horas de pasaje alto los recorridos se vuelven rapidísimos a fin de llevar al usuario a su destino y liberar espacios para tener más pasaje, en días de poca afluencia el trayecto se vuelve lento, se hacen paradas constantes a fin de captar un número mayor de usuarios. 

Paradas irregulares y un exceso de unidades también aquejan el mal servicio que presta el transporte público y cada intento de regulación por parte de los Gobiernos son recibidos con amagos de cierre de carreteras o suspensión del servicio, un transporte sin garantías, sin las mínimas normas de seguridad exponen a los usuarios y las denuncias se multiplican ante estas situaciones.

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