TLX Noticias / Septiembre 12
¿Qué significa la vida? Cada minuto que transcurre determinamos el sentido y la forma en cómo vivimos, pero sobre todo, como seremos recordados, más aún pocas veces consideramos lo que proyectamos y lo que podemos llegar a influir en otros.
Por eso hablar de ti estimado amigo, es inevitable, tú valentía y tú fortaleza deben ser contadas una y otra vez, no porque vayan a ser olvidadas, sino para seguir inspirando a muchos más, muchos que no le damos la importancia a cada momento de la vida y a cada bocanada de aire, que en automático recorremos nuestro andar, aceptando sin replicar las condiciones de esta vida, fincando nuestras expectativas en banalidades y olvidando casi por completo lo verdaderamente importante y que da significado a la existencia.
Y es que el Amor que acompañaste de la Valentía y Coraje, son la muestra más clara de cómo luchar día a día, nos mostraste que las adversidades no se superan por simple inercia y que el destino es algo que nosotros forjamos, que nadie, más que uno mismo es el arquitecto de nuestra existencia, que las batallas a superar son del tamaño que uno quiere y también es nuestra decisión enfrentarlas o retirarnos del campo de guerra, sin dar un solo golpe. Hay algunas que parecen pérdidas, pero que aún en estas se deja todo el coraje, el valor, la fuerza, el orgullo y el amor a uno mismo y a los demás, entonces y sólo entonces se habrá vivido y muerto con dignidad y como un guerrero, tal y como tú lo hiciste.
Fueron cinco años de pelear en contra de aquello que sin sentido aparente invadió tu cuerpo, lo desgasto y consumió poco a poco, pero nos mostró que la fuerza no está en el cuerpo, este solo es el transporte del alma y ahí se encuentra la fortaleza, esa que te mantuvo firme después de cada tratamiento, que se negó a dejar de luchar, que nos contagió de tú ánimo y valor, esa, que continua entre nosotros, porque ahora comprendemos que el cuerpo, ese que se vuelve inerte al morir, ese nunca tuvo una garantía de eternidad, pero tú alma la que vive en nuestras memorias, que repartiste en cada uno que vio tú deseo de vivir y luchar, esa mi estimado amigo, te puedo garantizar vivirá por muchos años entre nosotros, ya puedo imaginar a nuestros hijos y nietos contando tú historia y manteniéndote vivo, aun cuando tú cuerpo nos haya abandonado mucho tiempo atrás. Fueron cinco años, pero te juro pudieron haber sido diez, quince o más los habrías afrontado con la misma entereza.
Pero estas grandes batallas no se caminan sólo, a un costado de ti, como fieles escuderos tus padres, listos y dispuestos de haber sido posible a dar su vida porque tú siguieras luchando, por saberte vencedor, detrás de ellos tus hermanos y toda tú familia, novia y amigos, al pie del cañón dispuestos a cualquier sacrificio por su capitán, valientes y valerosos, todos con su fe, admiración y lealtad entregada a ti, porque les demostraste como a muchos otros tu entrega en cada lucha y en los pocos momentos de paz tu humildad y vocación de servir, tu fuerza ante el mundo, tu búsqueda por ayudar, eso que te fortalecía el alma y no te importaba debilitará tu cuerpo. Es ahí donde radicaba gran parte de tú grandeza y renovaba los ánimos y bríos de todo tú batallón para el nuevo momento de la batalla estar dispuestos a seguirte y pelear a tú lado sin importar nada.
Por todo esto tú historia continuara viva entre nosotros, los muchos pedazos de tú alma que dejaste en cada uno de nosotros se seguirán alimentando y acrecentando, pues mereces, que tú vida sea contada una, otra y otra vez, que tú ejemplo muestre a otros en esta misma batalla como combatir y los aliente a dejar todo por salir victoriosos y para quienes la vida nos regala día con día la bendición de la salud, nos enseñe que está recibe el significado que cada uno quiere darle, nadie más puede moldearla, que siempre será buen momento para cambiar rumbos y corregir los caminos, que las fortalezas están en el alma y no en la banalidades y desperdiciar un solo instante es un lujo que no podemos darnos, pues hay quienes darían todo por ese momento. No Aldo, esta batalla no se perdió, aun cuando la muerte sienta haber ganado, creo firmemente que se equivoca, pues tú sigues vivo en todos de nosotros y así será por mucho tiempo, la batalla no se perdió al final siempre fuiste un vencedor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario