“No hace falta un Gobierno perfecto; se
necesita uno que sea práctico.” Aristóteles.
TLX Noticias / ColumnasTLX, Juan Felipe Rodríguez. Hemos terminado
las celebraciones del mes patrio, creando recuerdos que tendrán vigencia,
nuevamente, en el próximo septiembre; al mismo tiempo, también nos despedimos
de otro año. ¡Bienvenido 2017! ¡Feliz año nuevo! Sí, es correcto lo que, amable
lector, ha leído (o al menos debe serlo, en el pensamiento de los integrantes
de Cabildos, Secretarios del Ayuntamiento y Tesoreros, entrantes y salientes).
A continuación,
explicaré porque lo creo así. Nuestra Carta Magna, dispone las funciones y
servicios públicos que estarán a cargo de los municipios; responsabilidades que
requieren de un vehículo que les permita transitar de los planes de trabajo a
los actos concretos; es decir, necesitan un presupuesto que las materialice.
El ejercicio del
recurso económico ordinario, en ese orden de Gobierno, precisa la existencia de
dos documentos que le dan forma y legalidad: una Ley de Ingresos y un
Presupuesto Anual de Egresos. La legislación local, dispone en el artículo 86,
segundo párrafo del Código Financiero Para el Estado de Tlaxcala (en relación
con lo establecido en el artículo 33 fracción II de la Ley Municipal del Estado
de Tlaxcala), que los ayuntamientos tienen hasta el último día hábil de Septiembre,
para presentar su iniciativa de Ley de Ingresos al Congreso del Estado, para
los efectos que corresponden (análisis, discusión, modificación y, en su caso,
aprobación).
Hecho que se actualizó el pasado viernes (30
de Septiembre). Las nuevas disposiciones de ingresos, ocurren en un marco que
les otorga una naturaleza singular: el cambio de las personas que forman el Gobierno
y el empleo, por primera vez, de la Unidad de Medida y Actualización (UMA),
circunstancias que no son menores. Del otro lado de la moneda, está la
determinación de los conceptos y cantidades, en que se gastará lo proyectado:
el Presupuesto Anual de Egresos.
El Cabildo, posee cómo plazo, antes del
treinta y uno de Diciembre para mandar al Poder Legislativo Estatal, su
proyección de gasto. En la antesala de la renovación del poder municipal, no
debemos centrar la atención sólo en el proceso de entrega-recepción; la
formación del proyecto de presupuesto de los ayuntamientos y su ejecución,
también requieren de la participación ciudadana.
He mencionado
que en la mente de los funcionarios aludidos, el 2017 ya ha empezado (o debería
ser así) por la importancia estructural que tiene el dinero público. Un
gobierno con una distribución deficiente, pierde la posibilidad de hacer
acciones básicas así como también, las que impliquen una innovación. Sin duda,
un caso así, llevaría a una parálisis y a movimientos sociales consecuentes.
El nuevo
ejercicio fiscal, ya comenzó y quien no quiera o no pueda verlo, corre el
riesgo de vivir en una negación perniciosa y estéril. Los integrantes de los
nuevos Gobiernos, necesitan establecer puentes de comunicación con las
autoridades salientes, para que en colaboración, diseñen los presupuestos que
sus municipios requieren y con los que empezarán con el pie derecho, sus
gestiones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario