TLX Noticias / ColumnasTLX, Rich Cuateta. Definición:“Miedo, angustia u obsesión irracional, en especial el que se da en un colectivo de personas”.
La semana pasada nuestro bello Estado se vio envuelto en una serie de actos poco comunes para nuestra sociedad, a través de diferentes medios de comunicación y de las redes sociales se difundió información sobre tan lamentables hechos, los secuestros exprés o como coloquialmente conocemos “Levantones” son actos poco experimentados por nuestro Estado, pero para conocer a fondo dicha problemática analicemos desde ángulos muy fríos.
Primero.- Nos sorprenden de sobre manera estos actos delictivos pues no son recurrentes en nuestra entidad, pero, ¿de verdad son un fenómeno aislados? Cuando el estado es conocido por su alto margen de trata de personas para su explotación sexual (lo cual dicho sea de paso también implica un secuestro) ¿Por qué nos sorprenden estos “levantones”? muchos de nosotros en el estado conocemos o tenemos relación con los famosos lenones siendo el amigo, el primo, el compadre, el vecino, etcétera y ¿cuantos de nosotros denunciamos? Ya sea por miedo a represalias, temor, amistad u otra situación las denuncias son menores a lo estimado; sin importar si existe o no la participación de autoridades el deber civil y moral tiene que ser la denuncia.
Segundo.- Los medios debemos ser sumamente cautos y responsables con la información que se brinda a la sociedad, en aras de no generar desinformación, temor sin fundamento y sobre todo abonar en mayor medida posible a los rescates de las víctimas y resguardar su estado físico.
El manejo de la información debe ser sin tendencias, con veracidad y profesionalismo, tengamos en cuenta que los protocolos en estos casos son muy distintos a cuando una persona se extravía, aquí el mal manejo de la información o su excesiva difusión puede entorpecer las negociaciones.
Tercero.- Las autoridades deben asumir su responsabilidad y brindar la seguridad a la población, estando preparados para cualquier tipo de contingencia, pero sobre todo tener diálogos abiertos y francos con la sociedad en especial con las víctimas, esto, desafortunadamente, es la utopía en la que deberíamos vivir, la realidad es que ninguno de estos tres escenarios se vive o se lleva a cabo al cien por ciento, lo que tiene como consecuencia la “psicosis”, aquí aclaro: no es que no debamos tomar medidas para protegernos, lo que no debemos permitir es vivir con miedo.
En principio porque esto nos vuelve terreno fértil para la delincuencia, debemos vivir alerta y en solidaridad, pero sobre todo con una intensa conciencia de la prevención, la cual no debe llevar a medidas extremas, simplemente a vivir en normas de convivencia básicas, conocer y vivir en armonía con nuestros vecinos, por más que la situación de inseguridad sea complicada no podemos reaccionar de manera violenta ante estos actos, la violencia siempre generará más violencia, educar con valores y respeto a nuestros hijos, enseñarlos a vivir en fortaleza, seguros evitando caer en estos fenómenos de miedo o esquizofrenia son la mejor herramienta para hacer frente a la inseguridad.
Saludos y como siempre, gracias por su lectura, hasta la próxima semana.
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