En ambos operativos, la Dirección General de Protección y Medicina Preventiva en el Transporte (DGPyMPT) de la SCT aplica pruebas de aliento alcohólico y exámenes toxicológicos a los encargados de operar el transporte aéreo y terrestre del país, con la finalidad de asegurar el regreso de los pasajeros.
El Operativo 30 Delta tiene por objetivo prevenir accidentes relacionados con la ingesta de alcohol, enervantes y padecimientos como la presión y el cansancio que afecten a los conductores de auto-transporte público federal, con un examen que se realiza en menos de 10 minutos.
A los chóferes se les hace una prueba consistente en un interrogatorio intencionado, valoración de signos vitales y reflejos oculares, así como detección de consumo de bebidas alcohólicas e ingesta de drogas, informó la SCT.
Por otra parte, dijo, en las terminales aéreas de Tijuana, Querétaro, Monterrey, Mazatlán, Guadalajara, Acapulco y en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, el Operativo Rampa resguarda la seguridad de los viajantes, al notificar que los trabajadores de las aerolíneas laboran en condiciones adecuadas.
A pilotos, sobrecargos y personal de tierra se les efectúa, de manera aleatoria, una inspección general, consistente en un interrogatorio breve sobre su estado de salud, valoración de signos vitales, una prueba de aliento alcohólico y un examen que indique que no se encuentren bajo un estado alterado por estupefacientes.
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