TLX NOTICIAS/ Artículos / Love Machine. Las diferentes
prácticas sexuales evolucionan en Occidente, aunque en Oriente ya son consideradas
milenarias. De ellos de quienes importamos las técnicas eróticas más
exóticas.
Detrás de todos estos términos se
esconden diferentes habilidades que nos llevarán a alcanzar nuevos niveles
orgásmicos. Te presentamos diez de las menos conocidas y más placenteras
tácticas venidas directamente desde el otro lado del mundo.
1. Carrete filipino
Técnica sexual iniciada en los
burdeles filipinos, consistente en atar un cordel, bramante o hilo a
la base del pene, para así constreñirlo y, de esta forma, alargar el coito e
intensificar el orgasmo.
Las mujeres diestras en el arte
del cordel filipino saben apretar y soltar el hilo en el momento preciso, para
hacerse con las riendas del clímax de su compañero o cliente. El cordel se ata al pene ya erecto y se oprime suavemente durante la
felación y la masturbación, para luego apretarlo más durante el coito, que se
convierte en un acto mucho más placentero por la acumulación de sangre en los
cuerpos cavernosos. La mujer debe aflojar el carrete en el momento en que se
desee liberar la eyaculación, que es espectacular, ya que se incrementa la
sensibilidad del pene. Las mujeres aseguran que quien domina esta técnica tiene
un enorme éxito asegurado con lo hombres.
2. La hormiga caliente
Se trata de usar determinados
insectos inofensivos para estimular ciertas partes de la anatomía masculina. El bicho mas utilizado es la hormiga común, y es más raro el uso de
invertebrados como caracoles o babosas, quedando restringida la utilización de
seres más dañinos o desagradables (como la cucaracha o el ciempiés) para clubes
más sadomasoquistas. La práctica de la hormiga caliente consiste en sacar un
recipiente lleno de hormiguitas para depositar varias sobre los testículos del
cliente mientras se le practica una felación.
Esta divertida técnica erótica es
conocida como formicofilia, y la prostituta que la domina suele usar un puñado
de de hormigas, que va sustituyendo a medida que abandonan la zona estimular,
que no se limita a los testículos y se extiende también al perineo y al ano. La
hormiga caliente no sólo hace más placentera la felación e intensifica el
orgasmo gracias al cosquilleo provocado por las hormigas, también aporta el
placer psicológico derivado de usar insectos en el acto sexual.
3. El balanceo tibetano
En esta postura el hombre se sienta en
la postura del loto, y la mujer, en su regazo enroscando las piernas en su
cintura, para introducir bien el peno dentro de su vagina.
Se trata de compartir la
respiración con las bocas juntas; es decir, cuando él exhala, ella inhala, y
viceversa. Todo ello, sin sacar el pene de la vagina. Al inhalar aire, la mujer
mece su pelvis hacia delante y contrae los músculos vaginales, y al exhalarlo,
se mece hacia atrás y relaja los músculos vaginales.
El balanceo produce un efecto
hipnótico y hace que los amantes se concentren sólo en sus respiraciones, en sus
sensaciones y en su placer. El orgasmo es de escándalo.
4. La pinza birmana
La pinza birmana es el arte de
amasar el pene usando la vagina como si fuera una mano. Para ello, la mujer
debe tener un gran dominio de los músculos de su vagina (que suelen entrenar a
tal efecto con bolas chinas), para masajear y estimular convenientemente el
miembro viril. Como el placer que se transmite al pene con esta técnica es
inmenso, la eyaculación no tarda en llegar, y es entonces cuando la mujer, que
está a todo, pinza la base del pene con los dedos (de las manos o de los pies)
para retardar el orgasmo el mayor tiempo posible.
Finalmente, cuando llega el
momento, la señorita presiona un punto clave de la acupuntura que hay entre el
escroto y el ano con el objeto de conseguir una eyaculación que a más de uno le
ha hecho perder el sentido.
5. Al filo de la navaja
Bajo este nombre se agrupan
diferentes técnicas de estimulación con cuchillos, cuchillas, navajas, y otras
armas blancas. Aquí el morbo está en la peligrosidad de los objetos: las
glándulas suprarrenales se ponen en funcionamiento, generan adrenalina y
agudizan los instintos, que perciben mucho mejor todas las sensaciones.
Se trata de una técnica de la que
ya se hablaba en el mítico ‘KamaSutra'. Acariciar las zonas erógenas con
puntas y filos de cuchillos y navajas puede multiplicar los orgasmos; sobre
todo, si la mujer es una desconocida y combina sus caricias de acero con la
amaurofilia, consistente en vendar los ojos de su víctima, que nunca tiene muy
claro cómo puede acabar la cosa: hay prostitutas diestras en el manejo de las
cuchillas, capaces conseguir un orgasmo de sus clientes estimulando sus penes
mientras les afeitan el pubis y los testículos.
6. El cangrejo ruso
Se trata de un golpe seco e
indoloro en las costillas que, al estimular cierta zona de acupuntura
relacionada con el conducto menos noble del cuerpo humano, hace que se
contraiga el ano y así se multiplique el placer del pene que está introducido
en su interior. Es, por consiguiente, una técnica usada durante la sodomía, y
para hacerla se suelen utilizar dos prostitutas: una es penetrada y la otra
pega el golpe. Es preciso que la chica que golpea sepa bien dónde da, mida sus
fuerzas y elija el momento justo para hacerlo, de cara a no adelantar demasiado
el orgasmo, pues esa contracción anal involuntaria es extremadamente
placentera.
7. Chapelet Thai
Para ello, hacen uso de esta
técnica masajista, que consiste en introducir durante el coito y casi a
traición un rosario anal (con pequeñas bolitas entre 1 y 3 centímetros) en el
trasero del cliente e irlo retirando poco a poco en el momento del clímax, para
así multiplicar el placer orgásmico hasta extremos sobrehumanos.
Si poseen largos y finos dedos,
las profesionales del amor que aplican el Chatelet thai también serán capaces
de estimular el mítico punto P con sus manos.
8. Hipoxifilia o asfixiofilia
También conocida como
estrangulación erótica, consiste en cortar la respiración del hombre durante el
acto sexual, con las manos o con un objeto, devolviéndosela cada cierto tiempo
para que no se ahogue.
Esta técnica es muy efectiva, ya
que está demostrado que la disminución del riego sanguíneo en el cerebro
multiplica el placer sexual. Es una práctica cara y peligrosa, puesto que la
falta de riego puede ocasionar daños cerebrales o incluso la muerte, como le
ocurrió a algún cantante famoso.
Si la asfixiofilia se hace
utilizando una bolsa de plástico para cortar la respiración, se llama
re-breathing.
9. Felación
En Shanghái ya hay hoteles de
lujo que ofrecen servicios donde el cliente elige la
felación al té (en la que se alterna el té helado con el té caliente para
estimular el pene), al eucalipto, con burbujas de champán o cualquier otra
bebida carbonatada, con agua casi hirviendo, con hielo picado, con batido o la
traca final con peta zetas, que aseguran un fantástico orgasmo lleno de grumos
y chasquidos.
10. Masaje acuático
Se trata de aprovechar la
ingravidez acuática para realizar posturas imposibles, usando lubricantes
especiales y aplicando chorros de agua de diferente presión para aumentar el
placer. Si el cliente lo pide, se usan cuerdas, en lo que se llama water
bondage.
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