Preside el secretario de
Bienestar la Cuarta Reunión de la Conferencia Regional de Desarrollo Social de
América Latina y el Caribe.
Se busca proteger a los más
vulnerables ante los impactos económicos y sociales de la pandemia por el
COVID-19, afirma.
La frase “Por el bien de todos,
primero los pobres” es muy atinada en estos momentos en los que urge atención a
los más desprotegidos, afirma la secretaria Ejecutiva de la Cepal, Alicia
Bárcena Ibarra.
Se aprueban acuerdos con
propuesta de México para determinar mecanismos idóneos de inclusión social,
generación de empleo, mejoramiento sostenido del ingreso básico y fomento de la
economía solidaria rural.
Ante ministros de desarrollo
social integrantes de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe
(Cepal), el secretario de Bienestar, Javier May Rodríguez, expuso que ante los
efectos de la pandemia por el COVID-19 es preciso pensar distinto y construir
un nuevo pacto social por la inclusión.
“América Latina puede consolidar
un nuevo pacto donde trabajemos juntos por la inclusión social”, afirmó al
indicar que América Latina debe continuar los esfuerzos por alcanzar sistemas
de protección universales, con especial atención a poblaciones vulnerables como
adultos mayores, madres trabajadoras, jóvenes sin empleo, niños y niñas,
poblaciones afrodescendientes e indígenas.
Precisó que la propuesta de
México es que con el nuevo pacto mejoren los alcances sociales, sin dejar a
nadie atrás, y se coloque a las personas y el cumplimiento de sus derechos en
el centro del desarrollo, además de proteger a los más vulnerables ante los
impactos económicos y sociales surgidos como consecuencia de la pandemia por el
COVID-19.
“El llamado lo hacemos con un
sentido de urgencia para atender el sufrimiento de la gente”, afirmó en su
calidad de presidente de la Cuarta Reunión de la Mesa Directiva de la
Conferencia Regional de Desarrollo Social de América Latina y el Caribe,
celebrada de manera virtual con participación de la secretaria ejecutiva de la
Cepal, Alicia Bárcena Ibarra.
Durante el encuentro, el
secretario May Rodríguez se pronunció por rescatar a quienes fueron abandonados
por las políticas de focalización o de apoyos condicionados que nunca
solucionaron la parte sustantiva de la deuda social.
Planteó que los gobiernos de la
región deben potenciar las sinergias, con un enfoque centrado en la dimensión
humana y que fomente la cooperación sur-sur porque las respuestas que se
construyan en favor de los más desprotegidos, dijo, necesitan de esa
interacción y compromiso. “Tengo plena confianza de que juntos podemos cambiar
los paradigmas de los últimos 30 años que no han logrado bajar sustantivamente
los niveles de pobreza y marginación”, sostuvo.
Tras destacar los esfuerzos de
los países de la región para afrontar la pandemia, la secretaria ejecutiva de
la Cepal, Alicia Bárcena Ibarra, se manifestó por avanzar en el Estado de
bienestar y en la búsqueda de coordinación y diálogo entre sectores para fortalecer
el empleo y la protección social.
Reconoció el liderazgo de México
en el posicionamiento de la inversión pública como generadora de empleo y
consideró que la frase “Por el bien de todos, primero los pobres” es muy
atinada para la región, sobre todo en estos momentos en los que urge la
atención a los grupos más desprotegidos.
En su oportunidad, el director
regional para América Latina y el Caribe del Programa de las Naciones Unidas
para el Desarrullo (PNUD), Luis Felipe López-Calva, recogió los planteamientos
de los países latinoamericanos y caribeños como mensajes de suma importancia
para establecer la ruta de trabajo en la región hacia ejes fundamentales como
la protección social.
En sus intervenciones,
representantes de Chile, Argentina, Islas Vírgenes Británicas, Panamá, Ecuador,
Uruguay, Venezuela, Nicaragua, Antigua y Barbuda, Perú y Brasil, coincidieron
en que la pandemia de COVID-19 visibilizó las desigualdades en la región y puso
de manifiesto la urgencia de orientar el gasto social hacia las poblaciones
tradicionalmente marginadas.
Cabe mencionar que durante la
reunión se aprobó una serie de acuerdos entre los que se incluyó una propuesta
de México en el sentido de que se integre una mesa de trabajo para determinar
los mecanismos idóneos de inclusión social, generación de empleo, mejoramiento
sostenido del ingreso básico y fomento de la economía solidaria rural en un
ambiente pos-COVID.
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