martes, 19 de enero de 2021

"SIEMPRE LIBRES, SIEMPRE VIVAS"; SECRETARIA DE GOBERNACIÓN EN LA REUNIÓN DEL GIEV

 

Como desgraciadamente pudimos comprobar durante la pandemia, la necesidad de garantizar el respeto a los derechos de las mujeres fue más apremiante y sigue siendo una tarea pendiente del Estado mexicano.

Buenos días. Este grupo interinstitucional tiene la finalidad de disminuir o erradicar, si se puede erradicar, las violencias en contra de las mujeres.

Como tú puedes percatarte, el objetivo es muy claro y es único, pero la articulación entre todas las instituciones del Estado teniendo este objetivo, la Secretaría de Salud, el Sipinna, todos, Inmujeres, Conavim, Cultura, Conapo, Educación, todas las instituciones del Estado mexicano transversalmente para atender este tema.

Entonces, tú podrás imaginarte la importancia de atender este tema para que estemos en este grupo interinstitucional de manera articulada, transversal e interinstitucional todas las secretarías de Estado y todas las instancias de gobierno.

También saludo con muchísimo gusto a Alicia Leal, quien es la coordinadora de todo el grupo interinstitucional, a Pilar Barros, también aquí está presente conmigo, pero también saludo con muchísimo cariño a todas y a todos los integrantes de este grupo interinstitucional, que ya tenemos varios meses, sino digamos ya, creo que más de un año trabajando juntos.

Me da mucho gusto estar con ustedes iniciando formalmente estas actividades y este año 2021.

Este año es diferente a los demás y es diferente primero porque estamos viviendo una nueva normalidad, de la cual tenemos que desterrar de una vez por todas la violencia de género.

Estamos viviendo una época muy complicada, una crisis de salud y una crisis económica como en muchas décadas –yo diría– inclusive en muchísimos años no habíamos vivido.

Precisamente en el tema que nos ocupa, esta violencia de género constituye como todos ustedes saben una violación a los derechos humanos que históricamente está arraigada en nuestra sociedad, porque es parte de una cultura tolerada y reproducida a través de prejuicios, estereotipos, actitudes machistas, de un sistema patriarcal que genera una brecha de desigualdad cada vez mayor.

Como desgraciadamente pudimos comprobar durante la pandemia, la necesidad de garantizar el respeto a los derechos de las mujeres fue más apremiante y sigue siendo una tarea pendiente del Estado mexicano.

Tal como dice la Organización de las Naciones Unidas, la violencia de género es una pandemia, una pandemia dentro de otra pandemia, así pues, el aumento de los casos de violencia por motivo de género es una de las tantas consecuencias sociológicas que también trajo la pandemia.

Sin embargo, hay que reconocer que se trata de un problema anterior a cualquier crisis, que ya generaba profundas desigualdades económicas y sociales entre hombres y mujeres.

En muchos casos la violencia de género aparece revestida de la cotidianidad, (inaudible) conforme va siendo tolerada y va siendo aceptada, y puede llegar desgraciadamente a su expresión más perversa que es el feminicidio. Un delito que causa un daño severo a la sociedad y que debe ser erradicado por completo.

Por ello, es imperante comenzar este año con una actitud renovada y comprometida para lograr un impacto significativo, sumando esfuerzos, generando sinergias que nos ayuden a parar esta violencia de género. 

Es indispensable consolidar acciones decisivas para que los gobiernos locales asuman su responsabilidad de prevenir las violencias contra las mujeres.

Esto es un tema de los tres órdenes de gobierno, es un tema federal, pero es un tema estatal, y sobre todo –y subrayo sobre todo– es un tema municipal, porque es ahí en territorio donde suceden estas violencias. 

Para el gobierno federal el reto es reorganizar la política nacional y brindarles las herramientas adecuadas a los gobiernos locales.

Ha llegado el momento de crecer como sociedad, de dar un salto histórico en nuestro proceso civilizatorio y lograr un nuevo estadio de bienestar en el que ninguna mujer, de ninguna condición social sea violentada.

Nuestro trabajo como gobierno comprometido con la transformación del país es ser empáticos, sensibles, eficaces para proyectar y ejecutar las políticas públicas de calidad que mejoren la vida de todas las mujeres en nuestro presente y también subsecuentemente en el futuro para las nuevas generaciones. 

El momento de actuar –y lo he dicho muchas veces– es hoy, no mañana, porque no podemos esperar que el número de víctimas por violencia de género siga creciendo en México sin que hagamos lo que nos toca hacer. 

Con lo anterior, quiero decir que la erradicación es el objetivo, pero para lograrlo primero tenemos que concentrarnos en acciones puntuales, alcanzables, medibles.

Cuánto he insistido yo en la medición de las estrategias, de la medición de estas políticas, porque tienen que ser indicadores medibles, tienen que ser estratégicos para que puedan generar un impacto positivo, significativo, tangible en la disminución de la violencia, por ejemplo, acciones preventivas, de protección, de atención, de acceso a la justicia.

Ayer platica en el grupo de derechos humanos, con Fabiola, de todas las acciones que están llevando a cabo, de la coordinación que tienen entre todas ustedes y entre todos ustedes porque aquí afortunadamente nos acompañan varios funcionarios varones que están comprometidos con este tema, tan lacerante para la sociedad como son las violencias contra las mujeres.

El gobierno de la Cuarta Transformación hace especial énfasis en la estrategia de prevención y de erradicación, ya que estamos conscientes que ninguna reparación por buena que esta sea, podrá compensar totalmente el daño que sufre una víctima de violencia.

De esta manera hoy nos volvemos a encontrar, nos volvemos a reunir para dialogar acerca de este nuevo modelo nacional de erradicación con sus modelos funcionales homologados de prevención, protección, atención integral y de acceso a la justicia, pero también que no se nos olvide, de sanción a los responsables de esta violencia.

Necesitamos y tenemos que establecer una metodología que ya básicamente la tenemos y estamos caminando en ella, que se centre en atender las fallas –yo diría– estructurales que facilitan la aparición y reproducción de conductas violentas basadas en el género.   

Para ello debemos trabajar en conjunto, planeando soluciones distintas, novedosas, profesionales y puntuales. Todas y todos los que estamos reunidos en esta sesión estamos conscientes de lo que significa el tema de violencia en contra de las niñas, de las adolescentes, de nuestras mujeres.  

Tenemos consciencia de ello, lo conocemos, conocemos el problema, conocemos también nuestra metodología, conocemos la manera de implementar las acciones para que podamos avanzar en la erradicación de estas violencias.

Quiero hacer énfasis que la prevención es fundamental, vamos a prevenir creando una ruta segura de servicios esenciales –como lo platicaba ayer con Fabiola– para las mujeres que buscan ayuda.

Prevenimos creando acceso a las oportunidades de desarrollo en igualdad para todas las mujeres de todas las edades, como lo ha insistido tanto nuestro señor presidente, acceso a las oportunidades en igualdad de condiciones.

Esta ruta de protección integral, si ustedes lo comparten y no tienen ningún inconveniente, lo vamos a llamar Siempre libres, siempre vivas. 

Asimismo, vamos a hacer una revisión de fondo de los recursos institucionales disponibles para lograrlo, tenemos que hacer mucho más con menos. Daremos una lucha sin cuartel para lograr un verdadero cambio en la estructura social que fomente la cultura de la igualdad. 

Tenemos que dejar atrás la cultura de la desigualdad, de las asimetrías, de procesos diferenciados, de estereotipos de género, de roles para avanzar a una cultura auténtica de la igualdad.

Soy insistente en este punto, la creación de leyes e instituciones no es suficiente, nunca será suficiente si no vigilamos su adecuado funcionamiento, si no concretamos acciones y políticas eficaces, bien cimentadas en la corresponsabilidad de los tres órdenes de gobierno para trabajar en coordinación, cooperación y colaboración.

Por ello, en esta sesión y en las mesas de diálogo trabajaremos para generar mecanismos ágiles, flexibles, que respondan de forma inmediata a las necesidades de la población y den certeza a las víctimas sobre dónde dirigirse para prevenir o para evitar peregrinar un largo y cansado camino que muchas veces revictimiza a las personas que sufren violencia de género.

Queremos afrontar este año asumiendo la responsabilidad de detener el aumento de los casos de violencia de género, lo haremos atendiendo los principios básicos de la Cuarta Transformación, centrando las acciones prioritarias en los grupos más vulnerables y con la misión de no dejar a nadie atrás ni a nadie afuera.

En la más reciente reunión que tuve con el señor presidente el viernes pasado, comentábamos sobre el tema de una política que se tiene que priorizar.

Son tantas cosas las que hay que atender, tantas las que nos ocupan en nuestro tiempo que debemos tener la capacidad de priorizar. Y creo que en esta Secretaría de Gobernación, sin duda, una de las prioridades más importantes durante mi gestión, será –por supuesto– garantizarles a las mujeres una vida libre de violencia.

Disminuir, erradicar si es posible, la violencia en contra de nuestras niñas, adolescentes, y de nuestras mujeres.

Muchas gracias a todas. Mi querida Rosa Isela, este es el grupo interinstitucional, este es el grupo al cual tu eres más que bienvenida, tu presencia es fundamental, yo diría, es esencial, es prioritaria para atender este objetivo que es único, único, la violencia en contra de nuestras mujeres. Muchas gracias a todos.

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