TLX Noticias / ColumnasTLX, Juan Felipe Rodríguez. Se han vertido muchas opiniones sobre la visita del candidato republicano a nuestro país; desde las redes sociales, medios de comunicación y en charlas cotidianas.
Lo dicho y escrito sobre el tema, puede agruparse en dos conglomerados: los que están a favor de la invitación y los que están en contra. Un medio de comunicación nacional, el día de ayer, publicó que una medición mostraba el rechazo a la visita de Trump, en un 85 por ciento de los encuestados y sin duda, en los mismos porcentajes, se encuentra el sentir nacional.
Trump ha desplegado una serie de insultos y ofensas en contra de México y cualquier persona que posea un vínculo con nuestro país, nos sentimos ofuscados e indignados con el empresario estadounidense.
En el país de Washington y de Jefferson, la elección de su Presidente, aún no muestra una tendencia solida; es cierto que Hillary aparece arriba en las encuestas, pero también lo es que su popularidad se ve diezmada por una serie de escándalos mediáticos, desde que comenzó su campaña, así como también que ni ella ni Trump, generan confianza en un amplio sector de la sociedad estadounidense.
Durante sus actos de proselitismo, se han referido al tratado de libre comercio que tienen con nuestra nación y su intención de revisarlo. Trump ha mencionado la posibilidad, si gana, de abandonar el acuerdo. El artículo 2205, del TLCAN, establece el derecho de retirarse, dando aviso de dicha situación, con seis meses de antelación (el Presidente de EE. UU. no necesita aprobación del Congreso para hacerlo).
Ante este panorama, el Ejecutivo Federal, actúa de manera práctica y envía invitaciones a Clinton y Trump, recibiendo respuesta inmediata del republicano. Se manifestó la oposición a los dichos del empresario y se planteó la importancia del acuerdo comercial para ambos países. Peña Nieto defendió los intereses de nuestro país y rechazó tajantemente los oprobios de Trump, de una forma que respeta los protocolos diplomáticos.
El acontecimiento es una muestra de la dificultad que significa tener una responsabilidad pública: recibió a Trump como una medida preventiva para el futuro bienestar económico nacional. Asumir las consecuencias de las acciones de gobierno (populares o no), es el compromiso de quien tiene el honor de representarnos. Ser gobernante no implica estar en un concurso de popularidad, conlleva hacer lo necesario para proteger a los mexicanos y mexicanas y Peña Nieto lo hizo.
Como nota al margen, la siguiente alusión: Trump mintió en Arizona y no reconoció que perdió en la reunión en tierras mexicanas.
Cordialmente L. D. Juan F. Rodríguez S.
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