miércoles, 14 de septiembre de 2016

UN TLAXCALTECA OLVIDADO POR LA HISTORIA





TLX Noticias / Articulo Historia. 1847, el ejército norteamericano ataca el castillo de Chapultepec, cadetes de colegio militar son nombrados niños héroes y la historia de México los recuerda cada 13 de Septiembre, olvidándose de aquellos que en esas mismas fechas perecieron, y que también representan la valentía y el orgullo de defender su patria.

Hombres que han sido olvidos en los libros de texto,  como es el caso del  guerrero Tlaxcalteca, nacido en San Bernardino Contla, del estado de Tlaxcala en 1806, para ser más exactos el 01 de Mayo. Siendo hijo del militar Isidro Xicoténcatl y de María de la Luz Corona

Héroe olvidado, que a la edad de 16 años ingresa a las fuerzas armadas de la Guardia Nacional de Tlaxcala en 1822, y que por sus méritos fue ascendido a Teniente en 1829, por el primer presidente de la república Vicente Guerrero. Participando así en numerosas campañas como la pacificación de los territorios de Yucatán, Tabasco, Guadalajara y Puebla, hasta que le fue concedido el mando del Batallón de Lagos.

En 1832, después de los golpes de estado y las traiciones que sucedían, presenciando cómo transitaban por el poder con rapidez admirable Vicente Guerrero, Valentín Gómez, Anastasio Bustamante, Antonio López de Santa Anna, etc., es ascendido al grado de Capitán precisamente por López de Santa Anna.

Al año siguiente participa con el Gral. Mariano Arista, en contra del gobierno establecido, obedeciendo órdenes del Gral. Guadalupe Victoria desarrollándose en Puebla del 3 al 10 de Julio de 1833, y que por sus acciones ascendió a Mayor de Infantería. En 1834 le ordenan dirigirse a la costa del Pacifico para colocarse bajo las órdenes del Gral. De División Ignacio Mora, designándolo como Comandante General de Occidente.

En defensa de su patria, se dice que fue un aguerrido combatiente en donde como todo militar fue herido y capturado en batalla, hasta ser sentenciado a muerte. Sin embargo gracias a un armisticio pactado entre el gobierno y los rebeldes salva la vida. Esto en una lucha contra los rebeldes en 1838.

Guerrero al aferrarse a la vida, y no dejar de pelear por su patria, a pesar de desempeñar algunas comisiones más adelante en la Ciudad de México,  en 1843 se traslada a Yucatán bajo las órdenes del Gral. Pedro Ampudia para combatir a los rebeldes, en la guerra de Castas, la cual se propagó a Campeche y Tabasco. Posteriormente intervino en más acciones en la ciudad de México y en Jalisco, hasta ascendiéndolo como Teniente Coronel.

Un Xicoténcatl imparable que en 1847 finalmente da comienzo a su última etapa guerrera de su fugaz existencia: La Invasión de los Estados Unidos a México.

Al inicio de la invasión, toma parte en la batalla de Angostura cerca de Saltillo, el 22 y 23 de Febrero de 1847, en donde es herido nuevamente. Los estadounidenses cambian su estrategia de invasión retirándose a Coahuila y de ahí hacia el Golfo de México, para atacar Veracruz y marchar rumbo a la Ciudad de México. Debido a sus heridas no puede salir hacia Veracruz, y se queda en la Ciudad de México.

Después de restablecerse se le dan el mando del batallón de San Blas.  El 12 de Septiembre comienza el ataque Estadounidense a Chapultepec, y se le comunica que al frente de su batallón refuerce a los defensores del Castillo, pero inexplicablemente se le ordena retirarse la noche del mismo día.

El 13 de Septiembre, cuando la situación era ya muy complicada pues el invasor ya comenzaba a escalar las faldas del cerro, se le ordena nuevamente marche en auxilio de los defensores del Castillo. La orden fue acatada, sabiendo que se marchaba a una muerte segura.

A paso veloz penetro Xicoténcatl al frente de su batallón en el bosque de Chapultepec, chocando de inmediato con el enemigo con el que entablo una lucha de cuerpo a cuerpo, y tras heroica pero inútil resistencia.

Los valientes integrantes del Batallón de San Blas fueron cayendo, hasta la muerte del último de los soldados. Se dice que al caer su abanderado, el propio Santiago Xicoténcatl recogió su bandera y murió enarbolándola, y cayendo envuelto en ella. Finalmente el teniente coronel Xicoténcatl cae muerto de 14 balazos.

Un guerrero Tlaxcalteca que hasta después de su muerte en 1853, fue ascendido al grado de Coronel de Infantería Post Mortem, con la antigüedad del día de su muerte. Sus restos fueron trasladados de un lugar a otro, hasta quedar finalmente sus cenizas, en una urna de cristal y plata, la cual permanece en el altar a la Patria en 1952.

Un héroe a quien no se menciona en nuestras  fiestas patrias, Un tlaxcalteca olvidado por la historia, un hombre que supo el significado heroico y patriótico. Y a quien le rindo un homenaje de admiración y respeto, atreves de las letras de su historia pero sobre todo que las próximas generaciones lo mencionen y que Tlaxcala se sienta orgulloso por su valentía.

Por. Rodrigo García P.

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