TLX NOTICIAS / Artículos / Love Machine. Septiembre 7. Sin más preámbulo, empecemos :
1. El beso penetrante
Esta técnica sexual es más
excitante que cualquier otro beso normal porque simula el momento de la
penetración. Coloca tu boca sobre la de tu chico, abre los labios y, despacio,
mete y saca tu lengua. Igual que cuando haces el amor, puedes alternar los
movimientos suaves y lentos con otros más rápidos e intensos. Después, deja que
sea tu pareja quien lleve la iniciativa e introduzca su lengua en tu boca. Para
acabar, lame sus labios.
2. Éxtasis a dos manos
La tradición tántrica de la
India, con una antigüedad de 7.000 años, habla de un movimiento capaz de
provocar una agradable sensación múltiple en la región pélvica de tu pareja.
Gracias a un masaje en la zona del perineo (entre el pene y el ano), tu chico
tendrá el orgasmo del siglo. Dile que se tumbe boca arriba con las piernas
estiradas. Aplícate lubricante en los dedos y las palmas. Masajea la zona del perineo
suavemente con los dedos de una mano mientras, valiéndote de la otra, subes y
bajas desde la base hasta la punta del pene (recuerda que debes mover ambas
manos a la misma velocidad y con idéntica presión). La combinación será
explosiva. Literalmente.
3. Contraer y relajar
No está muy claro si los orígenes
de esta técnica sexual se encuentran en Asia, pero lo que sí sabemos es que
consiste en contraer los músculos pubococcígeos (situados en la base de la
pelvis). Las japonesas que se preparan para ser geishas, por ejemplo, llevan
bolas de jade de dos centímetros y medio de diámetro dentro de la vagina para
ejercitar estos músculos, emplearlos durante la penetración y dar así mayor
placer al hombre. Por lo que a ti respecta, puedes contraer los músculos cuando
tu chico empiece a penetrarte. Hazlo despacio, porque el secreto no radica en
la velocidad, sino en la fuerza e intensidad. Cuanto más en forma estén tus
músculos pubococcígeos, más potente será el orgasmo.
4. Kung-fu sexual
Esta técnica sexual hacer
referencia al Kung-fu sexual en la tradición taoísta, hace 3.000 años, y se trata
de de retrasar la eyaculación masculina. Según los antiguos manuales eróticos,
prolongar la excitación multiplica las sensaciones orgásmicas. ¿Y cómo se
consigue?
Una opción es rodearle el pene
con ambas manos, una encima de otra. Comienza a moverlas de arriba abajo al
mismo tiempo que las giras sobre el pene en direcciones opuestas -la
coordinación es importante- o las vas acercando hasta que se encuentren en la
mitad del miembro, siempre preservando el movimiento circular. A continuación,
y muy despacio, fricciona el pene con tus palmas durante un minuto. La idea es
llevarle poco a poco hacia el orgasmo y excitarle de forma constante sin que se
acuerde del principio ni vislumbre el final.
5. La ola de la felicidad
Dile a tu chico que se siente con
las piernas cruzadas y, a continuación, acomódate sobre su regazo y permite que
te penetre mientras le rodeas la cintura con las piernas. Abrácense y peguen
sus bocas mientras respiran el uno en
el otro. ¿Cómo? Inhala su exhalación y viceversa. Cada vez que respires,
deslízate hacia atrás y contrae los músculos vaginales. Cuando exhales, pégate
más a él y relaja la zona vaginal. Intenten sincronizar los movimientos y no
dejen de mirarse.
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